A lo largo de este curso la clase de 1º ESO ha estado trabajando muy duro para sacar
adelante el primer Ecohuerto de la secundaria en nuestro centro. En una iniciativa fantástica: el ayuntamiento de Gines nos ha cedido por unos años una parcela cerca del colegio para montar nuestro propio huerto ecológico. Está siendo un proyecto hermoso y muy enriquecedor, a través del cual estamos trabajando aspectos muy diversos de las distintas áreas. Hemos aprovechado esta oportunidad para abordar el curriculum de un modo interdisciplinar a través de un proyecto real lleno de vida. Así, además de las labores propias de la huerta (desescombro, preparación del terreno, abonado, parcelado, estudio de especies y calendario, siembra, instalación del riego, mantenimiento…) hemos aprovechado el recurso hortícola para trabajar otros aspectos de matemáticas (medidas, talonamiento, gráficas de crecimiento…) y de ciencias naturales (variedad y diversidad de especies, origen de las mismas, ciclos de vida, asociaciones, técnicas de agricultura ecológica, plagas, entomología aplicada…)
Además, convencidos de la importancia del emprendimiento en la formación de nuestros
alumnos y alumnas, hemos constituido una cooperativa agrícola para gestionar nuestra
ecohuerta. Así, van entendiendo que el autoempleo y la colaboración son opciones futuras muy interesantes a tener en cuenta para sacar un proyecto adelante. En ese proceso han decidido en asamblea los cargos del consejo rector y las distintas comisiones, elaborado unos estatutos, definido objetivos comunes y un nombre (Wonderful ground) y aportado un capital inicial de 10 € cada alumno para invertir en el riego, tierra vegetal, plantones…
En este proyecto, tan cargado de respeto hacia la naturaleza y de valores positivos (convivencia en el entorno natural, cooperación para crear vida, colaboración entre
especies, conciencia ecológica, autoconsumo, fomento de la vida y alimentación sana…) el sol, la tierra, el agua y el aire, apenas valorados por su abundancia y disponibilidad, se
hacen visibles como elementos esenciales. Poder observar el valor inmenso de esos recursos naturales a través del crecimiento de las plantas, está cambiando la manera de mirar y sentir el entorno (y el planeta) en nuestros niños.
Ha llegado el momento de recoger los frutos y de decidir qué hacer con ellos. Tras varias
asambleas nos ha parecido interesante ofrecer nuestras verduras ecológicas de primerísima calidad a las familias del colegio, a cambio de aportaciones voluntarias (y solidarias) con nuestro proyecto. Gran parte de la esencia y éxito de este colegio reside en la estrecha relación que establecemos con los alumnos y sus familias. Eso nos define y tenemos el privilegio de trabajar con familias muy implicadas. Sabemos que una vez más vais a colaborar y que esas aportaciones voluntarias pagarán no solo la verdura, sino además todo el esfuerzo e ilusión que hay detrás de ellas. Eso no tiene precio. Parte de la recaudación ayudará a mantener el proyecto en el futuro y parte irá destinada a alguna ONG relacionada con el acceso a la alimentación de otras personas más necesitadas.
Nos parece casi milagroso que aquel terreno baldío, lleno de pedruscos, escombros,
plásticos, hierros y ramas secas hoy sea una tierra fértil que empieza a regalarnos suculentos frutos y manjares. Todas nuestras verduras han sido producidas por métodos ecológicos sin intervención de químicos o plaguicidas. Con vuestras aportaciones e implicación será posible mantenerlo y seguir soñando con un futuro un poco más amable, saludable y respetuoso. Ahora ya sois parte del proyecto. Gracias.
